Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Fisgones

Dormir con ella, era una forma de decir, y no sólo le hacía el amor cuando compartíamos la cama, a veces ella sí dormía, y yo la miraba durante horas, preguntándome si acaso soñaba conmigo, guardaba los gestos que la luz dela luna me mostraba, cubría su cuerpo con las sábanas, o se las quitaba para adorar el brillo de su piel, o para conflrmar que sus curvas eran tan atractivas como se adivinaban tapadas. Lo sabía yo, sabía la luna que se asomaba por Ia ventana, y lo sabía el Sol, que cuando ella dormía desnuda, amanecía más temprano, sólo por mirarla.
:D

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